¿Es posible que el llamado espiritual nos conduzca por los caminos de la memoria histórica? El llamado del espíritu se hace desde el tiempo. Un momento que deja de ser momento a cada segundo y sin embargo sabemos que solo podemos traer el equipaje que podamos cargar encima. Los recuerdos los llevamos dentro de la maleta, debemos llevar ropa ligera para un viaje tan intenso.
Nuestro espíritu ha
de mantenerse tenso como el espíritu de nuestros ancestros ante las nuevas
formas de conquista que se consolidaron desde mediados del siglo XX. Nuestra existencia nacional y continental meridional se desenvuelve entre dos fuerzas. Una interna y otra externa. Esto es un juicio de la historia elaborado por un colega pretérito que llevó del pasado a su presente una realidad histórica que mantiene profunda actualidad.
Estoy escuchando la voz de Enrique Bernardo Núñez cuando dijo: "A veces estas fuerzas tratan de apoyarse una a la otra. De ello muestra la secreta indicación que a tiempos de la guerra federal se hizo a Inglaterra para que se apoderase de toda la Guayana.
Igual sucede en este momento histórico. La gente está enfrascada en sus mentes programadas por la propaganda para llevar su voluntad hasta los objetivos políticos específicos. Se requiere de un espíritu despierto para poder acercarse a los espacios auténticos de la Realidad.
Los habitantes originales del Valle llegaron a un acuerdo político para organizar la caza en este territorio. Código ético del guerrero cazador. Prevaleció el acuerdo político para buscar y compartir el alimento en lugar de matarse por ello. La civilización comenzó con un acuerdo político sencillo. Nuestra sociedad compleja requiere una Constitución compleja. Hoy comienza una nueva etapa de ese mismo proceso.
Los habitantes originales del Valle llegaron a un acuerdo político para organizar la caza en este territorio. Código ético del guerrero cazador. Prevaleció el acuerdo político para buscar y compartir el alimento en lugar de matarse por ello. La civilización comenzó con un acuerdo político sencillo. Nuestra sociedad compleja requiere una Constitución compleja. Hoy comienza una nueva etapa de ese mismo proceso.
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